Desde su concepción en 1936 por Ronald Fisher, los modelos de calificación crediticia han desempeñado un papel fundamental en la gestión del riesgo crediticio en instituciones financieras. Estos modelos han evolucionado significativamente a lo largo del tiempo para adaptarse a las cambiantes necesidades y regulaciones del sector financiero.
Una de las etapas clave en esta evolución fue la introducción del Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea en 2001, que estableció estándares internacionales para la gestión del riesgo de crédito. Este acuerdo exige a las entidades financieras de los países miembros aplicar modelos de calificación para diferenciar a los clientes según su perfil de riesgo, evaluar la exposición y la severidad de dicho riesgo, y dar seguimiento al riesgo de crédito de manera efectiva.
En el contexto mexicano, las reglas para la calificación de la cartera crediticia son emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), mientras que la metodología es establecida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Esto asegura un marco regulatorio sólido y consistente que guía las prácticas de gestión del riesgo crediticio en el país.
Además, con la implementación de las disposiciones de IFRS09, se ha elevado el estándar para la contabilidad de las pérdidas crediticias. Estas nuevas disposiciones requieren que las instituciones financieras estimen las reservas basadas en pérdidas esperadas, lo que implica reconocer oportunamente las posibles pérdidas crediticias. Esto se logra mediante la clasificación de los activos financieros en diferentes etapas:
- Etapa 1: No hay cambios significativos en el riesgo de crédito desde la adquisición.
- Etapa 2: Ocurren cambios relevantes en el riesgo de crédito desde la adquisición.
- Etapa 3: Existe evidencia objetiva de deterioro en el riesgo de crédito desde la adquisición.
En este contexto, es fundamental que las plataformas de gestión de riesgos crediticios sean capaces de adaptarse y cumplir con estas regulaciones, proporcionando a las instituciones financieras las herramientas necesarias para evaluar, monitorear y mitigar eficazmente el riesgo de crédito en sus carteras. Parece que tu plataforma está bien posicionada para cumplir con estas exigencias, lo que garantiza un cumplimiento cabal de las regulaciones vigentes y futuras.